Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá.
Lazos quiere transmitir esos reencuentros con personas importantes en nuestras vidas, o esos encuentros fortuitos con un simple desconocido. Es la teoría del hilo rojo, son esos nexos de unión que descubres con alguien con quien no pensabas coincidir. Son pensamientos que se unen y acaban formando uno solo; son maneras de ver la vida que convergen, son lazos de sangre y amistad de por vida, momentos de conexión inesperada…En eso pienso cuando pinto “Lazos”.